Pese a que existen muchas posibles aproximaciones a la expresión plástica (o artística), una de las más reconocidas es la que contempla esta forma creativa, en la que se combinan todo tipo de técnicas que involucran materiales manipulables, para su apreciación a través de los sentidos de la vista o el tacto, desde una perspectiva puramente personal. Lo que, por múltiples motivos, convierte este medio de expresión en una herramienta muy beneficiosa para quienes la utilizan, especialmente en edades muy tempranas en los que la dificultad (o imposibilidad) para gestionar las emociones propias encuentran una válvula de escape a través del lenguaje creativo.
Creatividad y expresión libres
Aunque los beneficios pedagógicos de la expresión plástica, que van desde el desarrollo de la psicomotricidad o la cognición hasta el refuerzo de la autoestima, están fuera de toda duda, su sencilla puesta en práctica permite que pueda llevarse a cabo en cualquier parte, tanto dentro o fuera de la escuela. Porque, ya sea bajo una perspectiva curricular o una más libre, la expresión plástica resulta más que recomendable, especialmente para los niños y la sniñas, debido a una serie de virtudes que os apuntamos a continuación:
- Es probablemente la mejor forma de incrementar la creatividad de quien la lleve a cabo, aunque eso implica que su puesta en práctica debe ser libre y sin cortapisas temáticas o técnicas. De este modo, la creatividad que se desprende de su puesta en marcha no solo será más libre, si no también, y sobre todo, mucho más placentera.
- Incrementa las capacidades comunicativas de quien la ejerce, debido a que, independientemente de su grado de abstracción y complejidad, toda forma de expresión implica articular ideas y/o emociones a través de un lenguaje determinado.
- Implica una interpretación del entorno directo de quien la utiliza para expresarse, así como de su forma de interactuar con él y las impresiones que éste le genera.
- En una variable relacional del punto anterior, la expresión plástica también, y para quien la ejecuta, da forma a la manera con la que se relaciona con quienes le rodean.
Un conjunto de virtudes formativas para todo ser humano, que para los más jóvenes resulta de gran ayuda ante las dificultades, por otro lado normales en determinadas circunstancias y edades, que puedan tener para explicar sentimientos de difícil gestión. En este sentido, insistimos en la necesidad de no coartar la voluntad creativa de los pequeños y pequeñas artistas: la expresión, plástica en este caso, está estrechamente vinculada a su desarrollo tanto personal como social.
El hogar: un espacio donde expresarse plásticamente
Pero esta mentada facilidad para ejercitar la creatividad en cualquier entorno, escolar o no, no presupone en ningún caso que no existan formas de incentivarla, o que ésta no fluya con una mayor libertad en un contexto determinado, antes que en otros menos propicios para su desarrollo. Por eso, os apuntamos cuatro consejos y recomendaciones para hacer de vuestras casas un lugar en el que los más pequeños puedan poner en práctica, y plásticamente, su creatividad:
1)Haceos con materiales: aunque pueda parecer una perogrullada, no está de más recordar que los necesitaréis para que los niños y niñas puedan crear. Pero, más allá de los consabidos lápices, pinturas y plastilina, por poner solo tres posibilidades, no olvidéis que podéis ejercer vuestra propia creatividad echando mano de elementos más o menos caseros que podéis reciclar como veáis conveniente.
2) Implicaos: Ocasionalmente, una buena forma de incentivar la creatividad de los demás empieza por un toma y daca en el que vuestra participación, aportando ideas, ayudando a desarrollar lo que vuestros hijos tengan en mente, o halagando el resultado final, sea este cuál sea, puede ser de gran ayuda. Pero, en cualquier caso, os recordamos que vuestra aportación no debería vampirizar la autoridad que los niños y niñas tienen sobre sus propios procesos creativos.
3) Ceded espacios para la creación: En la medida de lo posible, es recomendable la creación de un espacio en casa que, por pequeño que sea, esté específicamente destinado a la expresión plástica. Un lugar en el que, al menos durante un rato al día, los niños y niñas puedan crear a gusto, relajando un tanto las normas de conducta que rigen el resto de sus hogares. Todo lo anterior les permitirá concentrarse y sentirse más libres creativamente, sin necesidad de molestar al resto de la familia.
4) Buscad inspiración a través de las TIC: omo ya os comentamos una vez desde este mismo blog, muchos de estos blogs y videos aportan no pocas ideas y posibles formas de desarrollo bajo las circunstancias familiares más específicas. Además, y por lo general, no suelen requerir de una gran infraestructura para cumplir con los objetivos que se proponen, apostando en muchos casos por el reciclaje de productos caseros como parte del proceso creativo que buscan incentivar.
¿Qué lugar ocupa la expresión plástica en el día a día de vuestros hogares? ¿Cómo ponéis en práctica su desarrollo durante estos días? Compartid vuestras impresiones e iniciativas con nosotros, y este post con todos vuestros contactos.
Para saber más:
- Artículo: La creatividad en la educación plástica desde la primera infancia, por Marta Nieves Uralde-Cancio.
- Artículo: Despertando la creatividad en los niños y niñas, por Julia Abraham Nazif.