Resuelve las dudas de tu alumnado gracias al chatbot

Resuelve las dudas de tu alumnado gracias al chatbot

El chatbot es uno de esos programas informáticos que utilizamos casi a diario, pese a no ser conscientes de su presencia, en muchas de las gestiones que llevamos a cabo a través de las tecnologías de la información y la comunicación conectadas a la red y, sobre todo, las redes sociales (RRSS). A grandes rasgos –y como su nombre, fusión de chat y (ro)bot, indica– un chatbot es un programa informático que no requiere de intervención humana para poder mantener una conversación con un usuario.

O por decirlo de otro modo, es un programa capaz de responder preguntas automáticamente, a partir de una base de respuestas que se amplían a medida que el chatbot va estableciendo un retrato de las necesidades de sus usuarios, para así poder atenderlos de forma más eficiente. Un servicio mayoritariamente utilizado con fines comerciales por empresas de toda índole, pero que también empieza a ser utilizado, a modo de complemento de la labor del profesorado, en entornos educativos y con finalidades pedagógicas. Pero ¿qué beneficios tiene y cómo puede implementarse de forma efectiva?

 

Beneficios pedagógicos de una respuesta automática

Las ventajas que toda tecnología tiene para sus usuarios dependen de las necesidades de cada uno de ellos. Y el chatbot no es una excepción: los beneficios que se desprenden de su utilización en entornos educativos, formales e informales, varían según lo usen los docentes, las familias o el cuerpo estudiantil. En esta ocasión, y de cara a poner en valor las bondades prácticas de su implementación, nos centraremos en las ventajas que ofrece al alumnado, por ser aquellas de las que se derivan las de los otros dos grupos antes mencionados. Son las siguientes:

– Permite la resolución de dudas básicas, tanto en lo que afecta a la organización de clases y asignaturas como a las materias a aprender por parte de los y las estudiantes. En este mismo sentido, y siempre que la escuela cuente con las infraestructuras necesarias, cualquier alumno puede reservar una tutoría a distancia, o plantear una pregunta sobre los horarios de una u otra asignatura o a propósito de una parte del temario, entre otras posibilidades. Igualmente, docentes y familiares pueden contactar con la escuela mediante este mismo sistema, evitando que sus dudas se queden sin resolver por problemas logísticos, ya que el automatismo del chatbot implica una respuesta inmediata y sin intermediarios, como sí ocurre con los correos electrónicos.

–  Se adapta al aprendizaje del alumnado a distancia a través del Big Data, ya que el chatbot incorpora una Inteligencia Artificial (IA) capaz de establecer un perfil de usuario para así poder afinar sus respuestas a las preguntas de los estudiantes. Una variable de baja intensidad del Aprendizaje adaptativo, que también puede ser utilizado por los docentes para hacer un seguimiento del proceso de aprendizaje de sus alumnos, y así poder utilizar la información otorgada por el chatbot para tomar conciencia de los ejes de mejora de los estudiantes y obrar en consecuencia.

– Su independencia respecto a la intervención humana para funcionar correctamente permite a los chatbots operar ininterrumpidamente las 24 horas del día, haciendo posible el acceso en todo momento, y tanto dentro como fuera del recinto escolar. Esta característica posibilita a los alumnos resolver sus dudas siempre que lo deseen, otorgándoles una mayor libertad de movimientos.

Una serie de ventajas que, como ya os apuntábamos líneas atrás, funcionan a modo de complemento, facilitando algunos de los intercambios más básicos y rutinarios a los que tanto alumnos como docentes y familiares se enfrentan con frecuencia pero que, en cualquier caso, requieren también de una buena implementación para que su presencia resulte realmente efectiva.

 

Cómo implementar chatbots en la educación de tus alumnos

Pero si esta tecnología se vale de una serie de respuestas programadas y, por tanto, estrechamente vinculadas al contexto en el que se implementa, ¿cómo puede reutilizarse un chatbot ya existente para una clase o contexto educativo determinados? La respuesta es tan sencilla como laboriosas sus implicaciones: no se puede trasplantar un chatbot de un contexto a otro, sino que hay que rehacerlo de cero, teniendo en cuenta las necesidades de la nueva realidad en la que pretende insertarse. Por este motivo, es importante elegir bien el programa de chatbot, u optar por un software lo suficientemente intuitivo y popular como para poder adaptarlo rápidamente a las realidades educativas que deseéis.

En este sentido, os recomendamos la utilización de programas como Python, Dialogflow de Google, plataformas como Microsoft, o RRSS de uso tan cotidiano para la mayoría de vuestros alumnos como puedan ser Facebook, Telegram o Whatsapp, y que permiten programarse para convertirse en chatbots capaces de responder a sus preguntas. También podéis visitar páginas como la de Chatbot Chocolate o Planeta Chatbot, donde encontraréis múltiples opciones para elegir qué tipo de chatbot resulta más adecuado para el día a día de vuestros alumnos. Y, por último, tened en cuenta la edad del alumnado que hará uso de esta tecnología, ya que si bien la naturaleza digital del chatbot puede resultar atractiva y motivadora para muchos jóvenes, también puede resultar una fastidiosa distracción para los más pequeños.

¿Conocíais la tecnología chatbot? ¿La utilizáis en vuestros centros educativos? Compartid vuestras experiencias con todos nosotros y este post con vuestros contactos.

 

Para saber más:

Dossier: Briefing Paper: los chatbots en educación, por Guillem Garcia Brustenga, Marc Fuertes-Alpiste y Núria Molas-Castells para la UOC.

Video: Chatbots en educación, por Silvia Prieto Preboste para la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA).

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