Pese a que suele utilizarse como herramienta de expresión personal, el blog
–o bitácora digital, como también se le conoce– es una plataforma de múltiples usos, capaz de dar voz no solo a una persona sino a varias, y de adaptarse a funciones tan variadas como las de un diario personal o, también, como trabajo común llevado a cabo por el conjunto de alumnos de una clase. Un grado de adaptabilidad al entorno educativo que, sin embargo, requiere de mesura y planificación para que su implementación sea la más adecuada a las necesidades de cada centro, grupo clase, y alumnos en general. A continuación, os proponemos un breve repaso histórico sobre la práctica del blogging, así como una serie de consejos para que podáis introducirlo en vuestras clases como una herramienta pedagógica más.
Del diario en línea al blog: breve repaso a la historia del blogging
En su origen, fechado en los alrededores de la primera mitad de la década de los noventa, lo que hoy conocemos como blogs eran parte de páginas web comunes, espacios muy similares a los foros que, al igual que estos, clasificaban sus entradas según la fecha de creación. No fue hasta 1997 cuando Jorn Barger adoptó oficialmente, por primera vez en la historia, el término «weblog» para referirse a sus publicaciones diarias de artículos en su web Robot Wisdom. La amplia repercusión de esta página, que se vio muy beneficiada por la buena acogida que le depararon medios como la prensa, popularizó enormemente la estructura clásica del blog, tal y como la conocemos hoy, y que parte de los siguientes principios:
- Al menos sobre el papel, todo blog pretende una cierta periodicidad en sus publicaciones, renovando sus contenidos con frecuencia.
- Permite la participación de sus lectores a partir de comentarios que, en la mayoría de plataformas de blogging, pueden censurarse o publicarse según el parecer de sus responsables.
- Permite, y de hecho suele incluir, numerosos enlaces a otra información disponible en la Red, con la intención de complementar lo apuntado en sus posts con otros artículos, vídeos o contenidos en general.
- De nuevo sobre el papel, el blog se considera una herramienta más o menos personal pese a que, como explicaremos en unas líneas, puede ser escrito por varias personas, que así pueden hacer llegar sus contenidos a otros internautas, estén donde estén.
Posteriormente, en 1999, el término fue reducido al de blog por Peter Merholz, quien separó a su manera la denominación original por we blog (nosotros blogueamos), quedando la última de estas dos sílabas como palabra para definir estas nuevas plataformas de expresión personal. Su popularidad se incrementó enormemente desde ese momento, llegando al punto en el que en el año 2006 se eligiese el día 31 de agosto como Día Internacional del Blog. Y, para entonces, el blog ya era parte de la vida cotidiana de cada vez más internautas, introduciéndose en ámbitos como, por ejemplo, el educativo.
Blogs educativos: funciones e implementaciones
El auge de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), especialmente entre las generaciones más jóvenes, ha hecho del blog una herramienta de uso más o menos cotidiano para muchos internautas. Por ese motivo, su introducción en el aula como dinamizador de vuestras asignaturas no debería suponer un problema, permitiéndoos convertir el blog en una base de datos susceptible de ser compartida con todos vuestros alumnos en calidad de coautores de sus contenidos, pero siempre gestionado por el equipo docente. Lo que puede utilizarse como incentivo para mejorar la redacción y ortografía del alumnado, como complemento de lo aprendido presencialmente en el aula, como parte de un aprendizaje a distancia o, simplemente, como proyecto grupal en aras de una alfabetización informacional y digital. Aunque, sea con el objetivo que sea, os recomendamos que tengáis en cuenta una serie de principios de cara a la implementación del blogging en vuestras clases:
- Planteaos la necesidad de utilizar un blog. Más allá de su capacidad motivadora, el blog es una herramienta que parte de las particularidades mencionadas en este texto y que merecen ser aprovechadas. De lo contrario el blog actuará como un simple sustituto de actividades que pueden hacerse de forma más tradicional, pero no necesariamente peor, que a través del blogging. Tened en cuenta las necesidades del grupo clase para decidir su uso o no, y qué aspectos del blog queréis explotar de cara a una mejora en la formación de vuestro alumnado.
- A edades muy tempranas, no dejéis en manos de vuestros alumnos la gestión del blog; eso no significa que debáis intervenir en los contenidos que se publiquen en este espacio, sino que evitéis actitudes poco respetuosas o que lo conviertan en una herramienta personal, ajena a toda finalidad pedagógica. En este sentido, enseñadles principios de netiqueta y alfabetización digital durante el proceso para que así puedan gestionar, en la medida de lo posible, su propio aprendizaje de forma supervisada. Pensad que el blog no es el fin sino el medio, y forma parte de un objetivo pedagógico concreto que debe cumplirse.
- Aprovechad las particularidades de este formato de escritura, contando con la posibilidad de incluir links, compartir sus contenidos a través de la Red, o del potencial cooperativismo que promueve la interactividad entre usuarios que ofrece el blogging, entre muchas otras ventajas respecto a otras formas de expresión.
¿Utilizáis blogs en vuestras clases? ¿Cómo y con qué intención los introducís en vuestras asignaturas? Compartid vuestras experiencias con nosotros, y este post con vuestros contactos.
Para saber más:
Artículo: Los blogs como entornos educativos de enseñanza y aprendizaje en Educación Superior, por Pere Molina Alventosa, Javier Valenciano Valcárcel y Alexandra Valencia-Peris.
Artículo: Blogs para educar. Usos de los blogs en una pedagogía constructivista, por Tíscar Lara.